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Quien no haya tomado alguna bebida isotónica alguna vez, que levante la mano. Ni uno, eh?? Seguro que todos recordamos algún anuncio o spot publicitario de las mil marcas que existen. Y oye, siempre sale gente haciendo deporte. También estoy seguro de que cuando andas con las «tripas flojas», hasta el médico te dice que tragues bebidas isotónicas. Piensas… «madre mía, para lo que han quedao estos! empiezan siendo la bebida para los deportistas y ahora ya ves. Entonces, ¿para qué sirven las bebidas isotónicas realmente??
Sí, por ahí van los tiros. Cuando estamos con colitis nos pasamos el día «perdiendo líquidos». El médico te dirá que hagas dieta blanda y que tomes mucha bebida isotónica. ¿Por qué? pues porque son eficaces para mantener el equilibrio de los líquidos de nuestro organismo, nos rehidratan.
Siendo así, útiles para reponer líquidos y sales minerales, es normal que se hayan alzado como un complemento interesante para los deportistas, siempre que la actividad que practiques sea intensa o pierdas mucho líquido a través de la sudoración.
Qué tienen las bebidas isotónicas
El componente principal, ya lo imaginas, es el agua. Y a esto se le suman otros tantos ingredientes. Cada marca y bebida tiene una concentración distinta en su composición, pero más o menos todas contienen hidratos de carbono complejos (polímeros de glucosa), simples (azúcares como la fructosa, la sacarosa o la dextrosa), y sales minerales (sodio, cloro, potasio, fósforo…). Luego, para hacerlas atractivas al paladar, añaden sabores cítricos, aromas, algunas vitaminas y otros componentes (mira el etiquetado para ver lo que tragas).
Ya conocemos la importancia de hidratarse y la cantidad de líquido que perdemos durante una actividad física tan intensa como el spinning, y aún así, sigue habiendo gente a la que se le olvida el bidón. Pues ese día, justo ese, es el ideal para sacar de la máquina una de estas bebidas isotónicas. ¿Pero para qué sirven los ingredientes que contienen?
Los hidratos de carbono tienen la función de mantener los niveles adecuados de glucosa en la sangre. Con ello, mantenemos la reserva energética durante una actividad intensa, durante toda la clase de ciclo indoor, por ejemplo.
Por supuesto, nuestro rendimiento sobre la bici se mantendrá en un estado óptimo. Y gracias a las sales minerales que aporta la bebida isotónica, conseguiremos un equilibrio de los electrolitos y una absorción más rápida de los líquidos que ingerimos, es decir, facilitan la asimilación del agua en el estómago y su paso rápido al intestino.
Cuándo tomarlas
Como sabes, este tipo de bebidas no son imprescindibles en ningún caso, menos aún para actividades físicas moderadas. En ciclo indoor sí son aconsejables debido a la intensidad del entreno y a la abundante transpiración que experimentan nuestros cuerpecillos en cada sesión -sobre todo si hace calor-.
En cada clase de spinning perdemos una gran cantidad de agua a través del sudor como respuesta de nuestro organismo al incremento de la temperatura corporal (termorregulación).
Pero no sólo perdemos agua, también perdemos sales minerales (si miras tu ropa cuando se seque, verás las sales acumuladas por la transpiración).
Estos electrolitos (como el sodio y el potasio, fundamentales) son necesarios en determinadas concentraciones en la sangre para mantener los niveles adecuados de líquido en el organismo y para otras cosas, como evitar calambrazos. Y las bebidas isotónicas reponen rápidamente esa pérdida durante el ejercicio.
Por eso es aconsejable beber siempre antes de cada clase, unos 300 ml. Se recomienda beber durante el entrenamiento, y es fundamental hidratarse después (con agua o isotónicas), durante la primera hora inmediatamente después de cada sesión. Si has tomado en clase una isotónica, su ingesta facilitará la absorción del agua que tomes después.
Las bebidas comerciales están equilibradas en su composición. Así que si tienes intención de hacerte tu bebida isotónica casera, debes tener muy en cuenta las proporciones en los ingredientes. Si pones mucho azúcar y sales, por ejemplo, la absorción será más lenta y tardará más en llegar al torrente sanguíneo.
Isotónicas vs. hipertónicas
Una isotónica favorece la hidratación y la reposición de determinados nutrientes que el agua no contiene. Precisamente por esto se llaman así, porque la bebida contiene una determinada cantidad de elementos (en una concentración concreta) que es muy similar a la que tenemos en la sangre.
Se absorben rápidamente en el intestino y pasan directamente al torrente sanguíneo. Con ellas evitamos las ‘pájaras’ (bajadas de glucosa) y también los calambres (por la reposición electrolítica).
En el mercado existen otras bebidas que no debemos confundir con las protagonistas de este artículo. Son las bebidas hipertónicas o energéticas.
Son esas que llevan algún tipo de estimulante como la cafeína, la taurina… Además, suelen tener sus componentes en una elevada concentración, es decir, en la misma cantidad de agua llevan disueltos mucha más cantidad de cada ingrediente.
Hazte una idea, una cucharada contiene unos 4 gramos de azúcar. Medio litro de Powerade o de Gatorade suman 19,6 y 30 gramos de azúcar respectivamente en cada botella.
Y claro, algunos expertos se echan las manos a la cabeza porque se trata de bebidas que tienen bastante predicamento entre la gente, sobre todo entre los jóvenes, cuando en realidad son verdaderas bombas calóricas si no son consumidas por deportistas que requieren de ese aporte energético en sus rutinas de entreno.
Sobre las bebidas isotónicas, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) aprueba la afirmación que reconoce que «hidratan mejor que el agua y que ayudan a mantener el rendimiento de los deportistas«.
Beber y comer
Como comentamos en el artículo sobre la hidratación, durante una sesión de spinning puedes perder entre 2 y 3 litros de agua a través del sudor.
Y si estás muy concentrado durante la clase, incluso hasta te olvidarás de beber. Es fundamental hidratarse y no perder el equilibrio de líquidos en nuestro organismo (el sudor arrastra los electrolitos, esos que se quedan en nuestras camisetas), mantener el nivel óptimo.
Insisto, no esperes a tener sed y planifica tu hidratación en función de la intensidad con la que trabajes en clase de ciclo indoor.
Y otra cosita más, no sólo hay que beber, también está bien comer algo ligerito antes de entrar en clase. Suelo comentarlo a los alumnos: media hora antes de empezar a dar pedales, conviene tomar un plátano o una pera, algo ligero.
Si haces deporte por la mañana, que no te falten cereales y zumos. Eso sí, lo que no pueden faltarte son razones para ir a clase de ciclo indoor!! EC! 😉
Alberto Saiz
( 02/06/2015 )
Enhorabuena! Muy buena información y contenidos, felicidades por el trabajo tan completo llevado a cabo. Abrazo, Alberto
Ricardo
( 03/06/2015 )
Muchas gracias por tus palabras, Alberto. Así da gusto y es muy motivador para seguir! Gracias, de verdad